La palabra petróleo viene del latín petroleum, que significa ´aceite de piedras´ porque es un mineral con textura similar a la del aceite y se extrae en terrenos de roca sedimentaria.
Existe hace más de 200 millones de años cuando la mayor parte del planeta estaba cubierta de agua. Los procesos geológicos y la acción bacteriana sobre la materia orgánica derivaron en la creación de esta mezcla de hidrocarburos.
Desde la prehistoria, los seres humanos primitivos observaron que algunas rocas emanaban naturalmente un líquido viscoso o que se veía en la superficie del mar.
En la antigüedad fue usado como medicamento para el reumatismo, la lepra y las infecciones; para encender lámparas y antorchas, curtir pieles e impermeabilizar.
En el Antiguo Egipto lo utilizaron para el embalsamamiento de los cadáveres.
La Biblia lo menciona como betún, o como asfalto. En la descripción del Arca de Noé se habla de una sustancia aislante que servía para impermeabilizar el arca y evitar así su hundimiento.
En las culturas prehispánicas, el petróleo crudo fue usado para pintar esculturas, para quemarlo en rituales sagrados e impermeabilizar embarcaciones.
Antes de la segunda mitad del siglo XVIII eran pocas las aplicaciones que se le daban al petróleo.
Luego vinieron otros usos: el asfalto del pavimento, las llantas de los automóviles, el plástico o los detergentes, entre otros.