Existe un mamífero con un hocico alargado y convexo, y una lengua que puede alcanzar los 60 cm cubierta de una sustancia adherente para capturar los insectos de los que se alimenta. Se trata del oso palmero, perteneciente al orden de los Xenarthras y al grupo de los hormigueros. Esta especie presta un servicio clave para el ecosistema y las comunidades al controlar plagas –de hormigas cortadoras y comejenes- que afectan la salubridad de las viviendas y la evolución de los cultivos.

Sin embargo, estos osos que deambulan solitarios o en parejas por las sabanas de la Orinoquia colombiana, se encuentran en peligro de extinción debido a la caza y consumo de su carne y a la creciente destrucción de su hábitat. En medio de este panorama, Parex se suma al proyecto Expedición Oso Palmero con el fin de contribuir a la conservación de esta especie en su hábitat de desarrollo.

Al respecto, Himmler Perdomo, coordinador ambiental de Parex, comentó que “En esta oportunidad, teniendo en cuenta el compromiso de Parex con la conservación de la biodiversidad, nos enfocamos en adelantar una iniciativa sobre la especie de oso palmero mediante proyectos de investigación, educación ambiental y fortalecimiento institucional de organizaciones locales”.

Para esto, “Parex estableció alianzas estratégicas con Corporinoquia y la Fundación Cunaguaro Biodiversidad y Cultura, instituciones que desarrollan actualmente este tipo de proyectos en la Orinoquia”, explicó Claudia Pérez, coordinadora ambiental de Parex.

La Orinoquia es una de las regiones que más concentra la población de estos hormigueros, según Laura Miranda, directora de la Fundación Cunaguaro, “este proyecto primero estaba muy focalizado en Casanare y ahora se ha expandido al departamento del Meta”. Actualmente, la Expedición Oso Palmero tiene presencia en Hato Corozal, Paz de Ariporo, Trinidad, San Luis de Palenque, Orocué, Maní, Aguazul, Yopal, Tauramena y Villanueva (Casanare), y en Cabuyaro (Meta).

Por su parte, Ernesto Roa, coordinador social de la Fundación Cunaguaro, manifestó: “Esta alianza es importante pues nos permite llegar a las comunidades rurales porque, a pesar de que tienen mucho conocimiento de la especie y de la fauna con la que conviven prácticamente a diario, es importante seguir sensibilizando al respecto y estar reforzando un mensaje de conservación”.  

Las estrategias de educación ambiental tratan aspectos de caracterización biótica en el territorio, como lo indicó Ebersol Estupiñán, coordinador del proyecto por parte de Parex. “Instalamos cámaras trampa para seguir los movimientos del oso palmero. Vamos a poder caracterizar la fauna que hay en el territorio y eso va a dar luces sobre los estados de conservación que tenemos en las fronteras agrícolas en el Casanare”, enfatizó Estupiñán.

El resultado de todo el proceso será conocer qué tan bien o qué tan mal están las poblaciones del oso palmero en la región y qué factores están amenazando a esta especie. Queremos entender toda su dinámica ecológica para al final proponer medidas bien concretas y especiales de conservación”, señaló el director científico de Fundación Cunaguaro, Cesar Rojano.

Parex se une a esta iniciativa como parte de su interés por el cuidado de la biodiversidad y la calidad de vida de las comunidades.

¡Cuidemos y conservemos a nuestros osos hormigueros! ¡Sigamos generando beneficios compartidos!